ALTERACIONES DEL LENGUAJE Y LA COMUNICACIÓN EN PERSONAS CON SÍNDROMES COMPLEJOS, SÍNDROMES ORGÁNICOS Y CON DÉFICITS SENSORIALES

Tarea nº 42: ALTERACIONES DEL LENGUAJE Y LA COMUNICACIÓN EN PERSONAS CON SÍNDROMES COMPLEJOS, SÍNDROMES ORGÁNICOS Y CON DÉFICITS SENSORIALES.
Nombre del Módulo: Apoyo psicosocial, atención relacional y comunicativa en instituciones.
Nombre de la Unidad Formativa: Técnicas de comunicación con personas en situación de dependencia en instituciones.
Nombre de la Unidad de Aprendizaje: Utilización de técnicas de comunicación alternativa y aumentativa.
Fecha: 29 de mayo de 2020.
Docente responsable: María Ángeles Rodríguez González

Descripción de la Tarea:


En la entrada de ayer hablamos de los principales trastornos de la comunicación y el lenguaje, hoy nos centraremos en las alteraciones del lenguaje y la comunicación en personas con síndromes complejos, síndromes orgánicos y con déficits sensoriales.


1. ALTERACIONES DEL LENGUAJE Y LA COMUNICACIÓN ASOCIADA A SÍNDROMES COMPLEJOS.  

Bajo la denominación trastornos generalizados del desarrollo se registran cinco alteraciones como son:

1.1. Síndrome de Rett. Se trata de un trastorno neurológico, con base genética, que lleva a una regresión en el desarrollo, especialmente en las áreas del lenguaje expresivo y en la coordinación motriz. Afecta casi exclusivamente a niñas y produce una grave dependencia.

1.2. Síndrome Desintegrativo Infantil. Se caracteriza por una regresión profunda en varias áreas de funcionamiento, tras aproximadamente 3 ó 4 años de desarrollo normal. Previamente, se puede observar una fase de malestar al que se asocia la presencia de irritabilidad, inquietud, ansiedad y una relativa hiperactividad; esta etapa va seguida por la pérdida del habla y del lenguaje, de las habilidades sociales, de alteración de las relaciones personales, de pérdida de interés por los objetos e instauración de estereotipias y manierismos. Este proceso de deterioro se extiende a lo largo de varios años.

1.3.Trastorno del Desarrollo no Especificado. Alteración grave y generalizada del desarrollo de la interacción social recíproca o de las habilidades de comunicación no verbal; o aparición de comportamientos, intereses y actividades estereotipadas. No se cumplen los criterios de ningún trastorno generalizado del desarrollo.

1.4. Síndrome de Asperger. Trastorno caracterizado por la ausencia de habilidades sociales, dificultades para la interacción social, coordinación y concentración disminuidas, intereses muy focalizados en pocos ámbitos, pero con un nivel de inteligencia normal y sin alteraciones de importancia a nivel lingüístico.

1.5. Autismo. Trastorno generalizado del desarrollo que afecta significativamente a todas las áreas: interacción social, comunicación verbal y no verbal, socioemocional, y cognitiva. Vinculadas al área de la comunicación y lenguaje encontramos alteraciones como: deterioro cualitativo en los patrones de comunicación verbal y no verbal, así como en la actividad imaginativa; retraso en todos los aspectos lingüísticos, destacando la falta de intención comunicativa; disminución de la capacidad de comunicación y bajo nivel de comprensión lingüística. Otras características esenciales son déficit en los patrones de interacción social recíproca, que es independiente del nivel de desarrollo intelectual; y falta de flexibilidad mental, que da lugar a la existencia de un conjunto de actividades e intereses repetitivos, restringidos y estereotipados.


Las principales alteraciones del lenguaje en la persona autista son:
- Incapacidad para descodificar el lenguaje recibido por vía auditiva; no se compensa con un esfuerzo para comunicarse mediante elementos no verbales (dibujos, gestos, etc.)
- Pobreza semántica y gramatical acompañada de una vocalización deficiente.
- Incapacidad de recordar la palabra adecuada al concepto o a la idea.
- Alteración del uso social o comunicativo del lenguaje. Los aspectos prácticos del lenguaje se basan en las habilidades lingüísticas, pero también en la capacidad de comunicación y en la dificultad o facilidad para interpretar el pensamiento del interlocutor.

2. ALTERACIONES DEL LENGUAJE Y LA COMUNICACIÓN ASOCIADA A SÍNDROMES ORGÁNICOS.

En este grupo, destacaremos las siguientes:
2.1. Demencias (por ejemplo, Alzheimer). Alteración adquirida y degenerativa cerebral primaria, de etiología desconocida, que presenta rasgos neuropatológicos y neuroquímicos característicos. 

Las manifestaciones principales de los múltiples déficits cognoscitivos son:

- Deterioro de la memoria: deterioro de la capacidad para aprender nueva información o recordar información aprendida previamente.
- Afasia: alteración del lenguaje.
- Apraxia: deterioro de la capacidad para llevar a cabo actividades motoras, a pesar de que la función motora está intacta.
- Agnosia: fallo en el reconocimiento o identificación de objetos, a pesar de que la función sensorial está intacta.
- Alteración de la ejecución; por ejemplo, planificación, organización, secuenciación y abstracción.

Estos déficits cognoscitivos provocan un deterioro significativo de la actividad laboral o social y representan una merma importante del nivel previo de actividad.

2.2. Parkinson. Desorden crónico, degenerativo y progresivo de la parte del cerebro encargada de controlar el sistema motor y se manifiesta con una pérdida progresiva de la capacidad de coordinar los movimientos. 
La sintomatología principal incluye:
- Temblor de reposo.
- Lentitud en la iniciación de movimientos.
- Rigidez muscular e inestabilidad postural.
En relación a la comunicación y el lenguaje:
- Dificultad y monotonía en el habla.
- Habla en voz baja, más rápido de lo normal, o duda antes de hablar.
En cuanto a síntomas relacionados con la comunicación no verbal: “cara de pez o máscara”, que aparece debido a la falta de expresividad del rostro como consecuencia de la pérdida de tono en los músculos faciales.

2.3. Esclerosis múltiple. Es una enfermedad del sistema nervioso central, crónica, y a menudo incapacitante.Las fibras del sistema nervioso central se hallan envueltas de un material compuesto de proteínas y grasa al que se denomina mielina. La EM se caracteriza por la pérdida de esta mielina en distintas áreas, lo que va a dar lugar a la formación de placas de desmielinización o cicatrices (esclerosis). La localización de estas placas determinará el tipo y extensión de los síntomas.
Se han descrito diferentes maneras de evolución de la enfermedad, según las cuales se definen varios tipos de Esclerosis Múltiples (EM):
1. EM remitente-recurrente. Esta forma es la que se presenta con mayor prevalencia. Suele iniciarse de forma asintomática, aunque se estén produciendo las lesiones en el Sistema nervisos central. Padecen brotes que pueden durar días o semanas, para remitir a continuación.
2. EM progresiva-secundaria. Se considera que un sujeto ha llegado a esta fase cuando la remisión entre brotes no es total y la discapacidad persiste o empeora en el tiempo.
3. EM progresiva-primaria. En este tipo no existen brotes propiamente, pero sí un comienzo lento e insidioso y un empeoramiento permanente de la sintomatología. No existen fases de remisión, sólo periodos de mayor estabilidad y mejorías pasajeras.
4. EM progresiva-recidivante. Es una forma poco frecuente de la enfermedad. Aunque hay progresión desde el inicio, también se presentan brotes muy agudos.
Los resultados de la desmielinización son muy diversos y únicos en cada individuo, también variarán según el momento y, además, dependerán de las áreas cerebrales que se encuentren lesionadas.
Por otro lado, no todas las personas van a experimentar la sintomatología completa. Estos síntomas pueden manifestarse durante días o incluso meses, para luego disminuir o remitir.
Entre los síntomas más frecuentes de la EM, se encuentran:
- Fatiga.
- Trastornos de tipo visual (pérdida de visión, neuritis óptica).
- Dificultades en el equilibrio y la coordinación.
- Temblor.
- Entumecimiento.
- Rigidez o espasticidad.
- Alteraciones en la sensibilidad (respecto al calor…)
- Dolor y dolor crónico.
- Disfunciones intestinales y de vejiga.
- Disfagia (dificultad para tragar).
- Deterioro de la función cognitiva y alteraciones emocionales (depresión, problemas en la sexualidad).
Vinculados específicamente con la comunicación y el lenguaje, pueden citarse:
- Disartria, que se manifiesta en habla lenta o palabras arrastradas.
- Cambios en el ritmo de las producciones orales.

2.4. Deficiencias intelectuales (retraso mental). Capacidad intelectual significativamente inferior al promedio: un Coeficiente Intelectual (CI) de, aproximadamente, 70 o inferior, así como déficit o alteraciones de ocurrencia en la actividad adaptativa actual (eficacia de la persona para satisfacer las exigencias planteadas para su edad y su grupo cultural) en, al menos, dos de las áreas siguientes: comunicación personal, vida doméstica, habilidades sociales-interpersonales, utilización de recursos comunitarios, autocontrol, habilidades académicas funcionales, trabajo,
ocio, salud y seguridad. Todo ello con un inicio anterior a los 18 años.Los niveles generalmente aceptados, y que son los que van a determinar la gravedad del trastorno, son:
Retraso mental leve: CI entre 50-55 y aproximadamente 70.
Retraso mental moderado: CI entre 35-40 y 50-55.
Retraso mental grave: CI entre 20-25 y 35-40.
Retraso mental profundo: CI inferior a 20-25.

2.5. Deficiencias motoras (parálisis cerebral). Trastorno neuromotor no progresivo debido a una lesión o una anomalía del cerebro en proceso de desarrollo. La parálisis cerebral no permite o dificulta los mensajes enviados por el cerebro hacia los músculos, obstaculizando el movimiento de éstos. A este trastorno se pueden relacionar otros de tipo sensorial, perceptivo y psicológico.
Los síntomas más importantes son las alteraciones del tono muscular y el movimiento, pero se
pueden asociar otras manifestaciones.
Las dificultades en la comunicación asociadas comúnmente a las parálisis cerebrales son:
- Disartrias: trastorno motor del habla por lesión del SNC o de nervios periféricos que abarca alteraciones motrices de respiración, fonación, articulación, resonancia y prosodia.
- Trastornos motores en el área oro-linguo-facial.
- Mímica estereotipada en la fonación.
- Trastornos de la voz: extinción, implosión y nasalización.
- Trastornos de cadencia: entrecortada y explosiva.
Las posibilidades comunicativas de estas personas dependerán de su desarrollo cognitivo, pero también, en gran medida, de su capacidad para controlar los órganos fonadores; por otro lado, las dificultades lingüísticas se asocian a la disfagia.

3. ALTERACIONES DEL LENGUAJE Y LA COMUNICACIÓN EN PERSONAS CON DÉFICITS SENSORIALES.

3.1. Déficit auditivo. Se denominan así a las disfunciones o alteraciones cuantitativas para una correcta percepción auditiva. Se integran en ellos desde la hipoacusia (disminución de la capacidad auditiva que permite la adquisición del lenguaje oral por vía auditiva), hasta la pérdida total de la audición, también llamada cofosis o sordera (el lenguaje no se puede adquirir por vía oral, pero sí por vía visual).
Pueden establecerse diferentes clasificaciones de las hipoacusias y sorderas atendiendo al lugar en el que está localizada la lesión y al grado de pérdida o momento de aparición de la hipoacusia. En este último caso, hablaremos de sordera postlocutiva en los casos en los que la pérdida auditiva se produce después de haber adquirido lenguaje oral; y prelocutiva si dicha pérdida aparece previa a la adquisición del lenguaje.
Una persona cuyo umbral de audición tenga un valor mayor de 20 decibelios (dB) (es decir, todos aquellos sonidos que se emitan por debajo de 20 decibelios no los percibe) tiene una pérdida auditiva.


Así pues, teniendo en cuenta el grado de pérdida auditiva, determinaremos los diferentes tipos
de deficiencia auditiva.
Los trastornos del lenguaje vinculados a déficit auditivos más usuales son:
- Deficiencias de articulación, léxico, y estructuración.
- Alteraciones del ritmo del habla, timbre de la voz (ronco, monótono) y nasalizaciones.
- Anomalías en la fonación y ritmo irregular.
- Dificultades en el aprendizaje de la lecto-escritura.

3.2. Déficit visual. Pérdida de visión que imposibilita o dificulta de manera importante a la persona el acceso a la información; o presenta deficiencias, por esta causa, en alguna de las habilidades adaptativas necesarias para su plena integración en la sociedad. Implican desde la ausencia total de visión (ceguera), hasta otras afecciones visuales que no son totales pero que suponen una dificultad para ciertas actividades.
Las causas de la deficiencia visual son diversas, en función del proceso que se vea implicado (la visión no es función que dependa únicamente del ojo) y del origen de la lesión. Así, podemos agruparlas en las que son de origen hereditario o congénito y las que se deben a enfermedades adquiridas (en este último caso, tiene gran importancia el momento en que aparece la enfermedad, ya que en función de éste el sujeto tendrá más o menos experiencias visuales).
Según el grado de deficiencia visual existen:
1. Ciegos totales: no han visto nunca imagen ni luz.
2. Ciegos parciales: mantienen alguna capacidad para percibir la luz, contornos, matices de color, etc.
3. Sujetos de baja visión: tienen un resto visual y pueden ver a escasos centímetros.

3.3. Sordoceguera. Discapacidad generada por la combinación de déficit de visión y déficit de audición que se manifiesta en mayor o menor grado. Algunas personas sordociegas son totalmente sordas y ciegas, mientras que otras tienen restos auditivos o visuales.
En todo caso, el efecto de incomunicación y desconexión con el mundo que produce la combinación de las dos deficiencias es tal, que la persona sordociega tiene graves dificultades para acceder a la información, a la formación, a la capacitación profesional, al trabajo, a la vida social y a las actividades culturales.
Se pueden distinguir dos tipos de sordoceguera.
1. La sordoceguera congénita. Los problemas de audición y de visión se presentan desde el nacimiento de la persona o antes de que el habla se desarrolle (en la etapa prelingual, antes de los dos años). Esta situación de aislamiento comunicativo y de dificultad de acceso a la información del entorno imposibilita a la persona un desarrollo madurativo normal, así como la adquisición del lenguaje. Entre las principales causas podemos citar: los nacimientos prematuros, la meningitis, y síndromes diversos como Charge, Opitz,…
2. La sordoceguera adquirida a lo largo de la vida. Las causas de la pérdida de audición y visión se presentan después del período de adquisición del lenguaje. El momento de desarrollo de la sordoceguera es de vital importancia, ya que en función del mismo las posibilidades de que la persona se desarrolle con normalidad serán mayores o menores.
Una de las causas más importantes es el síndrome de Usher.
El momento de aparición de cada una de las dos deficiencias que intervienen en la sordoceguera y el orden en que éstas se presenten, definen cuatro tipos distintos de personas sordociegas:
- Personas con sordoceguera congénita. Estas personas no desarrollan comunicación o una muy elemental compuesta por la aparición de gestualización espontánea. En el caso de que les quede resto auditivo funcional pueden utilizar palabras aisladas o frases cortas. Suelen presentar rituales autoestimulantes provocados por la ausencia de estimulación que padecen.
- Personas sordociegas con deficiencia auditiva congénita y una pérdida de visión adquirida durante el transcurso de la vida. La lengua de signos suele ser su sistema de comunicación habitual. Presentan dificultades en la comprensión del lenguaje escrito.
En la medida en que su visión está afectada, pierden la posibilidad de apoyarse en la lectura labial para comprender el mensaje oral, por lo que deben ser entrenados en la comprensión de la lengua de signos táctil. Tienen graves problemas de acceso a la información y a la formación.
- Personas sordociegas con una deficiencia visual congénita y una pérdida de audición adquirida durante el transcurso de la vida.  Suelen ser educados/as en centros para ciegos o con las técnicas apropiadas; en general, conocen el sistema braille. Utilizan el lenguaje oral como sistema de expresión. Para la recepción de los mensajes, deben ser entrenados en sistemas de comunicación alternativos que puedan percibirse a través del tacto.
- Personas nacidas sin deficiencias visuales ni auditivas y que sufren una pérdida de audición y de visión durante el transcurso de la vida.  Suelen conocer el lenguaje oral y escrito; su principal medio de expresión es la lengua oral. En cuanto a la recepción, deben ser entrenados en sistemas alternativos de comunicación que puedan percibirse a través del tacto.
Dependiendo del resto de visión, queda limitado su acceso a la información hasta que consiguen dominar el sistema braille.

Una vez que hayas leído de manera comprensiva los contenidos trabajados en la entrada de hoy, te proponemos la realización de la siguiente tarea que consiste en:

1. Completar la siguiente tabla con las alteraciones de la comunicación y el lenguaje en las personas con síndromes complejos, síndromes orgánicos y déficits sensoriales.



Instrucciones de realización de la tarea:
La entrega de esta tarea se podrá realizar a través de los procedimientos establecidos, siendo la fecha límite el 2 de junio hasta las 12:00 horas

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